Nadie duda a fecha de hoy de las infinitas posibilidades
que tiene la tecnología blockchain y las criptomonedas para transacciones de todo
tipo.
En un principio el sector financiero veía esta
tecnología y las criptomonedas como algo de frikis y como un enemigo a batir
pero en pocos años cuando las cripto han comenzado a despuntar como deseo de
inversión y a ser utilizadas por cada vez más usuarios como medio de pago, su
visión respecto a las cripto ha cambiado en 180 grados.
La generalización de su uso entre sus clientes puede interesar
más que nunca a bancos y de hecho van a ser ellos mismos las que promuevan que más pronto de lo que pensamos
tengamos que hacer nuestras transacciones en criptomonedas.
Su uso les beneficia directamente pues en entornos cada vez más digitales permite a
bancos y aseguradoras autentificar y
verificar las transacciones financieras como nunca antes lo habían había hecho, prácticamente de forma instantánea.
Además el funcionamiento del blockchain y de las cripto es difícilmente
entendible por el común de los mortales y a su vez es fácilmente vendible a una
sociedad que lo que sí demanda cada vez más es inmediatez y seguridad. ¡El servicio bancario cuasi perfecto!
Hoy estoy leyendo que el PP quiere permitir criptomonedas en el sector hipotecario, tanto para su pago como para su titulización.
Hace quince días firmé una hipoteca para comprar nuestra
segunda vivienda y en el proceso, a diferencia de mi primera hipoteca, tuvimos
que comparecer mi mujer y yo ante el señor notario para cumplir con la nueva ley hipotecaria para firmar la llamada acta de transparencia a través de la cual
nos quedó todo muy clarito
Sin duda el desembarco de la tecnología blockchain y de las criptomonedas en el mundo de las hipotecas mejorará los procesos transaccionales.
A mí, como consumidor, en un momento en el que triunfan las hipotecas
a tipo fijo pensar que una hipoteca a 20 o 25 años pueda constituirse en
criptomonedas, me hace saltar todas las alarmas, pues hoy por hoy, son de los
activos más volátiles e incomprensibles en los que uno puede poner sus ahorros.
Y de hacerlo por qué en Bitcoin y por qué no en Ethereum, Litecoin, Dogecoin o Ripple.
A fecha de hoy me quedo con el Euro y para empezar a
utilizar el bitcoin prefiero comenzar a utilizarlo en una pequeña compra de
supermercado o en Amazon que en una “criptohipoteca”
ofrecida por un banco.
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