La verdadera verdad de la Deuda Pública española




Según el último informe del Banco de España publicado el 16 de septiembre y referido a los datos del primer semestre de 2011, la deuda de las administraciones públicas se cifra en 702.806 millones de €, que en números un poquito más cercanos es como si cada uno de nosotros debiéramos unos 15.000 euros; si su familia tiene cuatro miembros la deuda sería de 60.000 €.

Casi nada.

Tenemos una deuda importante, pero ¿Cómo es? ¿Quién la gasta? ¿A qué se destina? ¿La podemos pagar?¿Cuándo vence? ¿A quién se la debemos? ¿Es una deuda competitiva? ¿Qué límites tenemos?

Los instrumentos de la Deuda Pública Española

Hasta 1987 la deuda del Tesoro se materializaba en títulos físicos, el aumento de las necesidades de financiación de las administraciones públicas provocó que el mercado de deuda se agilizase mediante el procedimiento de anotaciones en cuenta, eliminando los títulos físicos convirtiéndose el Banco de España en el organismo rector de dicho mercado. En la actualidad el mercado de deuda en anotaciones en cuenta dispone de los siguientes instrumentos:


(1) Deuda pública emitida por las Comunidades Autónomas, otras empresas e instituciones públicas (ICO, Renfe, FROB, …) y organismos internacionales a los que pertenece España, así como los valores emitidos por el Banco Central Europeo y los bancos centrales nacionales.

(2) Los bonos segregables se refieren a aquellos que pueden dividir principal e intereses (cupones), y negociarse por separado.

(3) Emitidas al descuento, por lo que su precio de adquisición es inferior al importe que el inversor recibirá en el momento del reembolso (nominal de 1.000 euros).

(4) Son títulos con interés periódico, en forma de «cupón», a diferencia de las Letras del Tesoro, que pagan los intereses al vencimiento (nominal de 1.000 euros).

El importe de la Deuda viva

Según los datos del boletín estadístico que presenta el Banco de España, el comportamiento de la deuda de las administraciones públicas ha tenido la siguiente evolución:


El comportamiento de las administraciones frente a la deuda ha sido bastante dispar. La administración central ha tenido un largo periodo en el que, independientemente del color político, el importe de la deuda neta ha estado contenida en alrededor de 300.000 millones de euros. En 2008, y coincidiendo con la actual crisis, las cifras se han disparado haciendo de la deuda un instrumento político con escasos resultados (así lo revelan las cifras de empleo o demanda interna, por ejemplo).

Las Comunidades Autónomas han tenido un crecimiento progresivo con dos momentos importantes. Uno en los años 1995 y 1996 con crecimientos de 115% y 110% respectivamente y otro, como el Estado, coincidiendo con la crisis con incrementos del 119%, 126% y 132% en estos tres últimos años.

Las Corporaciones Locales han sido las más estables desde el punto de vista de crecimiento porcentual de la deuda que ha sido año tras año cercana al 105%. Cabe destacar, que al igual que las Comunidades Autónomas, no todas las ciudades han tenido el mismo ritmo de endeudamiento.

En el periodo analizado (1995 a 2011) la deuda del estado se ha multiplicado por 2,25; la de las Comunidades Autónomas casi por 5; y las corporaciones locales por 2.

Deuda y PIB Una vez cuantificada la deuda necesitamos saber cómo es el Producto Interior Bruto (PIB), la macromagnitud que mide la actividad económica del país. El PIB nos dice la capacidad de crear riqueza del país y, lógicamente, de devolver la deuda que tenemos.



El estancamiento del PIB desde el comienzo de la crisis es un hecho real y las previsiones que los organismos internacionales para el final de este año y el siguiente son tan exiguas que apenas llegarán a un punto porcentual de crecimiento.

Si no somos capaces de crear riqueza será cada vez más difícil devolver nuestras deudas. Y sin embargo la deuda sigue creciendo.

Los plazos de la deuda

La composición de la deuda española con respecto a sus vencimientos ha cambiado en estos últimos 15 años, pasando buena parte de los compromisos a corto plazo a largo, en grandes números hemos pasado de una relación CP-LP del 30-70 al 15-85.



Que en principio no es bueno ni malo, dependerá de lo que se esté financiando pero este es el objetivo del Tesoro Público como se pone de manifiesto en el documento de Estrategia de Inversiones de los valores del Tesoro 2011.

Lo que si que nos indica es que estamos echando hacia adelante la resolución del problema, es decir, nuestras autoridades confían en que el futuro ha de ser bastante mejor que el presente, otra cosa es que tengan razón porque sino nuestra posición será más delicada.

La financiación hasta el año 2007 ha estado muy controlada, creciendo muy ligeramente e incluso decreciendo en deuda neta (años 2006 y 2007), el problema más grave lo hemos generado desde entonces multiplicando por 1.84 la deuda de 2007. Pero esto es lo que ha pasado, lo que está por venir son los pagos de la deuda actual, y también las nuevas emisiones de deuda.

El destino de la deuda

La necesidad de endeudamiento no es más que un fiel reflejo de los Presupuestos Generales del Estado, de las Comunidades Autónomas y el resto de organismos públicos. En ellos se determinan las previsiones de ingresos y gastos y, consecuentemente, las necesidades o excesos de financiación requeridos.

En los presupuestos del 2011 se concreta: “La política económica para salir de la crisis se articula sobre dos principios básicos, austeridad y reformas. Austeridad para reequilibrar las cuentas públicas, aumentar la confianza en la economía y, en última instancia, asegurar que el acceso a la financiación, tanto pública como privada, termina de normalizarse tras dos años de inestabilidad. Reformas para aumentar la competitividad de nuestra economía y, por esta vía, recuperar el crecimiento económico y reducir el desempleo".

El instrumento básico es la consolidación fiscal, el proceso por el cual las cuentas públicas tienen que reajustar el equilibrio presupuestario entre ingresos y gastos En los mencionados Presupuestos Generales del Estado para el año 2011 la partida destinada a la deuda pública es de casi 74 mil millones de euros y supone un 20% del presupuesto, la segunda mayor partida tras el gasto destinado a las pensiones que suponen el 31% del presupuesto.


La necesidad de endeudamiento prevista en los Presupuestos Generales del Estado de 2011 es de 43.626 millones de euros más el préstamo a Grecia:

Déficit de caja = 44.036
Activos financieros = -410
Préstamo a Grecia = 3.588
Total = 47.214 millones de €

La emisión neta de deuda

Si a la Deuda viva de cada año le sumamos la emisión nueva de deuda y le restamos la amortización de deuda obtenemos el dato de la emisión neta de deuda que en estos últimos años se ha comportado como indica el gráfico siguiente (datos referidos exclusivamente a la deuda del Estado):


Donde podemos observar como hasta el 2007 nuestro país amortizaba prácticamente el mismo importe que la emisión bruta, no nos endeudábamos más. Desde el 2008 y tras las políticas de gasto público esa relación ha bajado sensiblemente al 54% en 2008, 48% en 2009 y 69% en 2010.

Vencimientos de la Deuda Pública

De momento y con la deuda emitida hasta agosto de este año (son los últimos datos disponibles del Tesoro Público) podemos ver el futuro más inmediato con una deuda en bonos y obligaciones (largo plazo) por encima de los 50.000 millones de € los próximos tres años.



A estos compromisos habrá que añadirle las nuevas emisiones previstas en letras, bonos y obligaciones.

Nuevas emisiones previstas de deuda


Según el calendario aprobado del Tesoro las emisiones desde septiembre a enero próximo son:



Los poseedores de la deuda

Al principio de este artículo comentaba que cada español debe aproximadamente 15.000 euros que no es otra cosa que el resultado de dividir la deuda española entre el número de habitantes (censados), pero ¿a quién le debemos? Los datos del banco de España se estructuran en dos grandes grupos, residentes y resto del mundo, dividiendo además a los residentes en instituciones financieras y otros no financieros. En la evolución que estoy analizando, el periodo 1995 al 2011 vemos alguna situación curiosa.



Como por ejemplo que hemos pasado de una situación casi 80-20 a una 60-40 en cuanto a la deuda en manos de residentes versus extranjeros. El resto del mundo parece que confía más en nosotros que nosotros mismos. Por otra parte, dentro de los residentes, parece claro que las instituciones financieras han ido deshaciendo posiciones que han sido tomadas por el resto de sectores residentes (familias, empresas, …) pasando de una situación 80% entidades financieras 20% otros residentes a la actual 65-35.

Este año, con los datos del Banco de España en su informe del primer trimestre, la situación es que las Instituciones financieras española poseen el 39% de la deuda, el resto de sectores españoles el 21%, y el resto del mundo el 40% de la deuda. En el siguiente gráfico podemos ver este comportamiento detallando los principales países tenedores de deuda española:


La deuda pública comparada

El objetivo del estado es la estabilidad que garantice un déficit para el final del 2011 no superior al 2.3% del PIB. De ahí que la prioridad absoluta se centre en la reducción del déficit y en la contención de la deuda pública.

Pero ¿cómo está la deuda pública en los países de nuestro entorno? Según los datos publicados en el “Libro Amarillo” que acompaña a los Presupuestos Generales del Estado la deuda pública en 2010 era la siguiente (en porcentaje del PIB):


La clasificación de la deuda


Las agencias de “rating” son los intermediarios de información que clasifican el riesgo de las emisiones de valores y de sus obligaciones financieras. Las calificaciones que otorgan sobre las escalas que utilizan no dejan de ser una predicción sobre la capacidad de pago sobre la deuda emitida.


En estos momentos, la deuda del estado (no de las CCAA) para las principales agencias de clasificación es la siguiente (la flecha indica las perspectiva que observa la propia agencia):
La reforma constitucional y el límite de endeudamiento

Como información de actualidad incluyo esta breve referencia al límite legal de endeudamiento recientemente aprobado por las Cortes españolas.

El artículo 135 de la constitución recoge la adecuación del Estado y las Comunidades Autónomas a la estabilidad presupuestaria siendo una ley orgánica la que fije el límite estructural de la deuda y necesitando el Estado y las CCAA autorización por ley para la emisión de deuda. Establece, también, su volumen a un porcentaje con el Producto Interior Bruto referenciado por la Unión Europea y estableciendo la prioridad absoluta para el pago de los intereses y principal de la deuda pública.

Los límites de déficit estructural establecidos en el 135.2 de la Constitución Española no entrarán en vigor hasta el año 2020.

Breve conclusión

Al principio de este post decía que a cada español nos toca la friolera de 15.000 € de deuda. Tras la información aportada podemos responder a algunas de las preguntas planteadas.

¿Cómo es?

Es una deuda de anotaciones en cuenta que responde a las necesidades de los Presupuestos Generales del estado y que está orientada a cubrir los déficit de caja (Letras a corto plazo), los gastos ordinarios (bonos a medio plazo) y los gastos extraordinarios (obligaciones a largo plazo).

¿Quién la gasta?

Fundamentalmente el Estado (75%) aunque las Comunidades Autónomas han crecido muy rápidamente (19%), endeudándose también las corporaciones locales (6%).

¿A qué se destina?

Más del 50% de la deuda se destina a dos partidas presupuestarias, al pago de las pensiones y al pago de la propia deuda. Si añadimos las transferencias a las administraciones y el pago del desempleo el porcentaje llega al 72%. Quedando muy poco para todo lo demás, que es la parte verdaderamente productiva del sistema.

¿La podemos pagar?

De momento parece que sí. La relación de la deuda sobre el PIB está en el 65,2% que parece asumible. Si hablamos en términos de Renta per cápita (PIB entre el nº de habitantes) nos encontramos con una cifra próxima a los 23.000 € que frente a los 15.000 € de deuda parece razonable siempre que la deuda no siga con los crecimientos de los tres últimos años y que el PIB no se estanque como lo está haciendo.

¿Cuándo vence?

Tras la estrategia de estos últimos años del Tesoro Público de alargar la vida de la deuda nos encontramos con que solo un 15% del total de la deuda es a corto plazo prorrogando el 85% restante a largo plazo con compromisos adquiridos, a fecha de hoy, hasta el año 2041.

Los vencimientos que hay previstos para el 2012 y, especialmente 2013 y 2014 ya son muy importantes y aun está pendiente de incorporar la deuda en Letras del Tesoro que a buen seguro se va a colocar en las próximas fechas.

¿A quién se la debemos?

La mayor parte a nosotros mismos, un 60% de la deuda está en manos de los residentes de esa parte el 65% está en posesión de las entidades financieras (bancos, fondos, seguros, ….) y el otro 35% en manos de empresas y particulares.

Los principales inversores extranjeros en nuestra deuda son Francia, el Benelux y los países asiáticos, en menor medida Alemania e Italia.

¿Es una deuda competitiva?

A pesar de las tensiones de los mercados nuestra situación no es excesivamente preocupante, sobre todo si la comparamos con las economías de la Unión Europea, en términos de porcentaje de PIB.


¿Qué límites tenemos?

Ha habido mucho ruido por la reforma constitucional y la necesidad de incorporar límites a la deuda. Leyendo el artículado aprobado hay dos cosas claras, la primera que nos estamos poniendo límite y eso es bueno; y la segunda es que los límites del déficit estructural para el Estado y las Autonomías no será efectivo hasta el año 2020.





Publicado el 21 de Septiembre  de 2011




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